miércoles, 13 de octubre de 2010

Año Sabático

A decir verdad yo no tenía una idea cabal de lo que significaba un año sabático, pero había  escuchado que algunas personas bautizaban de este modo a un periodo de tiempo no muy productivo, para ser claros: un año de puro hueveo.
Nunca imaginé que yo algún día caería en las acogedoras garras de esta práctica, pues me parecía un insulto a la superación personal. Pero debo confesar con vergüenza que sí me tomé un “año sabático” y debo decir con alegría que no estaba sola en esta locura, sino que tenía compañía -y muy buena-, la de mi hermana. No sé que nos empujó a esto, yo acababa de terminar la universidad y mi hermana estaba trabajando en un diario local cuando emprendimos, junto con mi adorada esposa, una aventura de un mes -digna de relatar en otro momento- por muchas ciudades de Europa. Al parecer las tres estábamos contagiadas del espíritu mochilero y nos estresó en demasía el hecho de  llegar a Lima a tener que trabajar y en mi caso, buscar trabajo. Lamentablemente,  mi adorada esposa  no pudo darse el lujo de interrumpir sus labores por un año. Nosotras, sí.
Así fue como decidimos darle sazón a esta vida de Jet Set y nos matriculamos en el gimnasio, pues  era menester deshacernos de esos millones de kilos de sobra. Ir al gimnasio era agotador pero entretenido. Lo único realmente perturbador era entrar al baño y peor aún al sauna. La calatería femenina es algo que me incomoda sobremanera. Si veía un cuerpo feo en mi mente decía: “Pof, ¡no mires!” Si veía un cuerpo lindo en mi mente decía: “qué vergüenza, ¡no mires!”  Y resolví no mirar más. Finalmente una nutricionista y mis fervientes oraciones al Señor de los Milagros, nos pusieron en forma a nosotras y forzosamente a todos en casa.
Como aún sobraba tiempo nos matriculamos en clases de inglés, donde tuvimos la suerte de compartir nuestro reforzamiento angloparlante con personajes inolvidables.  Una chica que nos hacía reír siempre; otra de muy buen corazón además de ser una enciclopedia médica poseedora de un suculento pastillero;  otra olorosa que nos juraba  iba a ser actriz y tenía un manager en Panamá que la convertiría en la nueva “JLo”; y otra que profesaba un credo extraño a quien bautizamos como “Religious Girl”,  pronto esta última tuvo  la compañía, aunque no aseguro si del mismo credo, de una chica parecida a quien bautizamos “Religious Girl 2” (léase en inglés two).
Al término del año lucía delgada, y podía entonar con confianza cualquier canción de los Beatles, cortesía del Británico. Nunca quedé contenta con este tiempo perdido. Estoy segura que todo tiene un porqué en la vida y que -cómo dirían las viejas- todo pasa por algo. Supongo que más que tomar un relax de mi pasado, tenía que tomar viada para lo que venía en mi vida. El año sabático acabó en mi vida para siempre… salvo que algún día no tenga más la necesidad de trabajar. God only knows.
Los dejo, el deber me llama. ¡Pof!

6 comentarios:

  1. QUE BUENO! jaja Un año sabatico, q año mas raro. Me sentia fuera de la sociedad, en realidad no me sentia ni del jet set ni del low profile. Supongo q fue importante (y es algo q comprensiblemente haz omitido), pq las personas de Olimpiadas Especiales entraron en nuestras vidas. Eso lo hace inolvidable en extremo. Buena entrada hermanaaaaa! Buena prosa, buena condesacion de hechos. BIEN!

    ResponderEliminar
  2. Amor que bien te quedó!!!!!! escribes hermoso!!!! no dejes de hacerlo!

    ResponderEliminar
  3. si, no quice poner lo de olimpiadas pq aunq adultos son en parte niños...si jose..a decir verdad necesito otro año sabatico, pero pagado!!!!

    ResponderEliminar
  4. lo maximo!!!...yo tambien quisiera mi año sabatico!! que ricooooo,pero este me lo voy a da con mi gringa guerrera algun dia!!!..al menos unos meses yo lo se!!...(espero que ella quiera jejeje)...te sigo Rochu!!

    ResponderEliminar
  5. llamame vago, pero creo que el tener tiempo libre es una de las mejores cosas que puedan haber. me alegra saber que no soy el unico que disfruta de la vagancia, jeje. personalmente creo que todos merecemos un tiempo de no hacer nada, ver dentro de nosotros y crecer, como personas, a nuestra manera. nice blog.

    ResponderEliminar
  6. cholito, creo q deberias tener ese año para q veas lo q se siente. no se siente ni rico, ni divertido, ni relajante. es por demas estresante, para mi fue un año lleno de cuestionamientos sobre mis capacidades "intelectuales-profesionales"... no no... huevear dos meses si, 12 meses no.

    ResponderEliminar