jueves, 9 de diciembre de 2010

Buenos Muchachos

Hace diez años atrás, se conmemoró el veinte aniversario del fallecimiento de John Lennon, como muchos saben, mi ídolo musical. Mi amigo, el guitarrista, me propuso ir al homenaje que se hace cada año en esta fecha, fuimos juntos. Debut y despedida. Han pasado diez años y no he vuelto a ir.
Lo conocí, al guitarrista, en mi primera semana de clases en la universidad. Coincidencias de la vida, él era un viejo amigo de mi comadre y por nuestros gustos musicales, ambos beatlemaniacos, mi comadre siempre quería que él y yo nos conociéramos, pero nunca ocurrió.  No tengo idea como su enamorada de esa época, podía sobrellevar con buen carácter el hecho  que él y yo pasáramos mucho tiempo juntos.  Supongo que ella olfateó, antes que yo, que los hombres sólo me interesaban como amigos. Nos cagábamos de risa, cantábamos y estudiábamos juntos.   Lo de estudiar era relativo, pues en realidad  estudiábamos la manera de cómo haría yo para pasar Matemática 1. Una vez ideamos el plan perfecto: él daría el examen por mi, sabía mi código universitario, mi clave, todo. El talón de Aquiles de este plan era que, todos mis exámenes anteriores  los entregaba vacíos y el profesor no era tan estúpido como para creer que de la noche a la mañana aprendí la materia, que obviamente reprobé.
Muchas personas pensaban que yo estaba enamorada de él, y de hecho lo amaba, pero de una forma muy sana, él a mí de la misma forma. Se preocupaba por que no me emborrachara de más y por que no haga tonterías. Me cuidaba tanto, que una vez estábamos en la piscina de una amiga y yo me moría de la vergüenza que otros me vieran esos kilillos de más (que en esa época eran muy pocos). Entonces él, tiernamente, traía la comida hacia mí, incluso la toalla para que nadie viera nada de este cuerpo latino. Estudiamos distintas carreras y nos alejamos sin querer queriendo. Nos seguimos juntando cuando podemos. El cariño, ese gran cariño siempre está ahí.  
Pensé que no encontraría otro gran amigo del género masculino en la universidad y me equivoqué. Al parecer olvidé que las cosas siempre llegan sin que uno las busque. Lo conocí por intermedio de mi gran amiga, la Chola. Por mi parte hubo una química rápida y me cayó tan bien que a los días de conocerlo le hice un CD con canciones que pensaba que a él le gustarían. Desde ese momento fuimos compinches de pendejadas universitarias: de faltar, de falsificar certificados médicos, de burlarnos de los profesores de Estadística,  de dejar todo a última hora y aún así salir airosos. Siempre estábamos prestos a ayudarnos el uno al otro, pues compartíamos ese ritmo relajado de ver la vida universitaria, nunca nos estresábamos, literalmente nunca.
Una vez me vio preocupada, pues mi adorada esposa tenia que regular su situación migratoria y le propuse la locura de que se case con ella. Y así lo hizo. Celebramos una íntima  falsa boda. Cuando, por joder, alguien propuso un brindis de los recién casados él dijo algo que nunca olvidaré: “Esto es sólo una de las tantas cosas que haría por ti”.
Me conmueve ver como ambos siguen siendo parte de mi familia y de mi vida. Me gusta ver  como ambos se ríen con mi hija.  Me alegra  tenerlos hasta el día de hoy.
Los dejo, voy a llamar a uno de éstos buenos muchachos…con el otro ya hablé hace un rato.

6 comentarios:

  1. Interesantosa historia, deberías invitarlo a las noches karaokenses y formar una banda con géneros que nos gustan, de hecho se sentiría la clara influencia Beatlemaniaca.
    Espero ansioso la próxima entrega
    Martín

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  2. Hay mi chola hermosa, retrocedi en el tiempo con tus palabras, recordar a veces es bueno, no? me parece increible como te puedes acordar de ciertas cosas... se me vienen muchas cosas para decirte, pero creo que todas esas ideas se cierran en el cariño y amistad que nos tenemos.
    El tiempo y los caminos cambian todos los dias, pero se que en varias curvas nos cruzaremos para disfrutar de esta amistad tan linda... gracias, gracias, gracias! y tambien a la comadre x presentarnos :) Tu negro!

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  3. Comadre, ciertamente 2 buenos muchahos a los que he conocido desde hace, como diría mi amiga la vaca, muuuuuuuucho tiempo! y siguen las atrevidas coincidencias de la vida, el chato también fue compañero mio de aulas pre escolares y aunque yo no me acordaba de él, siempre vapuleará mi inestable reputación samaritana diciendo que le robaba sus juguetes y no me castigaban por ser nieta de la dueña.

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  4. Hasta ahora, para mi, la mejor de tus entregas....y sera que toco un lado mio, y es que la vida me dio tambien, buenos muchachos. :)

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  5. gracias!!!! quien eres??? no se olviden de firmar sus comentarios!! :D

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  6. Buen blog, me ha gustado mucho y estoy en seguimiento. Si te apetece, nos enlazamos!

    Un saludo!!!

    http://ilusionesdemarfil.blogspot.com/

    Sergi

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