domingo, 29 de marzo de 2020

2020
Y con este número que se veía tan lindo, perfecto y prometedor, se nos vino toda la mierda encima.
Una mierda que está matando gente y salvando el planeta.
Delfines nadando y aves volviendo a playas de mares cristalinos.
Si el ser humano se lo buscó o si era la única forma de detener el colapso ambiental, no lo sabemos, pero son preguntas que nos asaltan los pensamientos nocturnos.
Calles vacías y en silencio. Noticias dolorosas, muchas veces morbosas. La hiper información en tiempo real. Consumismo con paranoia egoísta. Miedo e incertidumbre.
Solía sentirme una guerrera por haber sobrevivido al terrorismo, a la hiper inflación, la dictadura y la corrupción.
Espero agregar a mi lista  que sobreviví una pandemia mundial y que mi gente también la sorteó con éxito.
El dolor de ver que la gente muere en serie. La alegría de ver un abuelo con Alzheimer tocando su armónica y pensado que todos esos aplausos son por su concierto.
Comenzaremos de nuevo si es necesario. Seremos mejores, por un tiempo al menos.
Nos amaremos más. Daremos abrazos no dados.
El 2020 sigue en curso, entregando lecciones, despertando la fe dormida.
Seguiremos adelante, mirando al horizonte con esperanza.
Un homenaje a los caídos, un aplauso a los héroes y fuerza para los que nos aislamos en nuestras cuatro paredes.
#MeQuedoEnCasa



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