miércoles, 1 de diciembre de 2010

Amor y Odio

Me presento ante ustedes luego de haber descontinuado mi ya sagrada tarea de escribirles cada miércoles. Motivo: salud y mi costumbre de dejar todo a última hora. Origen del motivo: estrés, ahuevonamiento general y obesidad severa.
Pero que tal conflicto esto del peso. Nací pesando 3.800 kg. Era una gordita preciosa de ojitos bellos y cabeza de huevo (como decía mi hermana). Nunca fui flaca pero tampoco era tan gorda. ¿Y cuándo se jodió mi cuerpo señores? La respuesta: a mis 22 años, 22 de setiembre del 2002. Probablemente,  esta coincidencia numérica haya desatado una extraña y poderosa fuerza universal que produjo que mi cuerpo se inflame más, y más.
En esa época yo ya vivía con mi adorada esposa y nuestra vida nocturna se iba tornando cada vez más tranquila. Cambiamos las saliditas parranderas por aventuras culinarias, buscando siempre los más generosos huariques de la ciudad de Lima. Esta nueva modalidad de distracción iba generando adeptos, pues cada vez más amigos nos hacían compañía. Mi adorada esposa, mi hermana y yo éramos las cabecillas corruptoras de los amigos que intentaban llevar una vida sana, y éstos caían fácilmente. Una noche fuimos al turístico barrio de Miraflores, con el afán de empujarnos un sándwich gigantesco en Miguelón, y recodamos que cerca trabajaba nuestra querida amiga la marketera, la contactamos para proponerle se una a la tragadera, pero ella tenía planes de ir al gimnasio esa noche. A los diez minutos arribó al lugar con su maletín deportivo. Señores, ¡comer es más rico que hacer deporte!
Como somos herejes, no nos importa comer carne en Semana Santa, y un año estábamos antojadas de comer anticuchos en Viernes Santo. Hace muchos años que tenemos nuestro rinconcito anticuchero -Tío Mario- , nunca ha fallado, pero esa noche queríamos buscar otro aún mejor. Dimos vueltas y entramos a un lugar, era horrible, casi una cantina pestilente,  la comida era vieja, pagamos y nos retiramos a seguir la búsqueda. Luego fuimos a otro y nos fue aun peor, y luego a otro. Esa noche negamos tres veces al Tío Mario  y  luego maulló un gato. Señal bíblica que debíamos retornar a nuestro rinconcito. Nuestro mandamiento: fidelidad eterna a quienes nos brindan buena comida.
Todas estas aventuras han hecho pagar a mi cuerpo un alto precio, subir decenas de kilos de los cuales no puedo deshacerme. No me quita el sueño ser flaca, pero ya no me siento bien siendo tan gorda. El otro día mí hija vio una mujer inmensa en la calle y le dijo: mamá.  Cuando  ve alguna musa de  Botero, la señala y le dice mi nombre. Hace mucho tiempo empiezo dieta todos los lunes. La mala alimentación  es como un vicio, se que debo dejarlo pues me hace mal y está dañando mi cuerpo latino.  Entre la comida y yo hay una relación de amor y odio. Sinceramente espero  que esta tormentosa relación termine, pues quiero seguir escribiéndoles muchos años más.
Los dejo, es lunes (día internacional de la dieta), le haremos el intento.  

10 comentarios:

  1. ahi hemos ido TODAS hasta la queeny d al rosella se ha empujado su sanguchon jaja y la jeeeeex! q se tiro su aquaspinning jaja lo maximo amo comer pero odio estar gorda por mi madre, lloro!

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  2. chola, buenisima como siempre, si eras eras preciosa cuando naciste, eso no quiere decir que no lo eres hoy, vas a aseguir escribiendo por muchos años mas, tienes muchos seguidores, y celebremos el lunes el dia internacional de la dieta. suerte. vaqui

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  3. Miguelon a las 4am luego de la juerga. Y por favor no dejar de lado las comilonas comatosas de hotdog y otros en el chateau.

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  4. me gusto mas el anterior referido a la FE, estuvo buenisimo. este estuvo ahi nomas... pero como siempre es un placer leerte.
    saludos Rochi

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  5. que rico comer, que rico el sanguchón, que ricos los dulces, que rico el alcohol... pero odio estar gorda también! grrr produce malestar, y te pasas mucho tiempo pensando en como bajar de peso y sentirte mejor.

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  6. Yo tambien amor comer y tomar gaseosa!!!! que rico... pero odio estar gorda y que mi ropa no me quede y ser talla eXtra Linda... pero al tío Mario no se le puede decir que no! ME GUSTA COMER!!! pero creo que llegó el momento coserme la boca y volver a ser un mamifero normal y no uno grande!!!!
    Te amo

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  7. Rechola!!! Al final... ser gordo o ser flaco... la cosa es que estés feliz contigo mismo... yo bajé de peso luego de tener a mis hijos, y mi cuerpo nunca volvió a ser el mismo, tengo más celulitis que antes, pero ha llegado un momento en el que me acepto como soy... quizás esa manera de pensar será propia de llegar casi a los 30... qué sé yo :D

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  8. Es rico COMER!!! COMER!!! COMER!!! y ser gorda es lo peor... a estas alturas que venga lo que nos toque.

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  9. Comadre, los extremos de la balanza nos unen en sentimiento.... yo sueño con el día en que pueda llenar un 28. Comer y comer basura es de los placeres màs grandes que una diosa mestiza peruana como nosotras no podrá dejar jamás; claro que si es por salud, habrá que cambiar un tantito los hábitos alimenticios, pero como dice mi personal training: come todo lo que quieras pero no mezcles 2 carbohidratos juntos y luego de las 6 pm no los comas!

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  10. jajaja comadre tu tas locasa jajaja!!..gracias por sus comentarios, este post ha tenido 100 compartidas a facebook..gracias :D!

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